Frontispicio para la edición de 1706 de las Noches Áticas de Aulo Gelio con ilustraciones de Joannes Fridericus et Jacobus Gronovii.
Tercer y último capítulo dedicado a comentar el capítulo XX del Libro VI de las Noches Áticas de Aulo Gelio sobre la supresión del topónimo Nola y su cambio por otra palabra en un verso de Virgilio. Aulo Gelio se centra más en cuestiones fonéticas y de eufonía más que en las razones, más prosaicas según parece, es decir, la no concesión de aguas a las tierras del poeta de Sulmona por parte de los habitantes de Nola.
Estas razones de eufonía nos han permitido hablar del hiato, de los hexámetros hipermétricos y, muy brevemente, del hexámetro dactílico. Seguimos ahora con el párrafo sexto y último de este capítulo XX del libro VI de las Noches Áticas del romano Aulo Gelio.
6. Catullus quoque elegantissimus poetarum in hisce versibus:
minister vetuli puer Falerni,
inger mi calices amariores,
ut lex Postumiae iubet magistrae,
ebria acina ebriosioris, (Catulo, Carmina I, XXVII, 1-4)
cum dicere “ebrio” posset, et quod erat usitatius “acinum” in neutro genere appellare, amans tamen hiatus illius Homerici suavitatem “ebriam” dixit propter insequentis “a” litterae concentum. Qui “ebriosa” autem Catullum dixisse putant aut “ebrioso” – nam id quoque temere scriptum invenitur -, in libros scilicet de corruptis exemplaribus factos inciderunt.
6. También Catulo, el más elegante de los poetas, en estos versos: “Muchacho que nos escancias el añejo Falerno, lléname las copas con un vino más fuerte, como lo exige la ley de Postumia, nuestra reina, más ebria que un grano de uva empapado en vino [ebria atina]”. A pesar de que hubiera podido decir ebrio y emplear acinum en neutro (ello resultaba más ajustado a su uso), atraído por la suavidad de aquel tipo de hiatos homéricos, utilizó ebria buscando la cadencia con la vocal siguiente. Hay quienes piensan que Catulo dijo ebriosa o ebrioso. De hecho, también se encuentra esa aventurada lectura. Sus defensores, sin duda, han ido a dar con libros derivados de ejemplares llenos de erratas.
Manuel-Antonio Marcos Casquero y Avelino Domínguez García, en publicaciones de la Universidad de León, en sus notas a este capítulo en su edición de las Noches Áticas, dicen:
Nota 1 (Postumia): era costumbre nombrar entre los comensales a uno que ostentase el nombre de “rey” o de “reina”- en este caso, una mujer llamada Postumia – y fuera quien ordenase la calidad de los vinos, la mezcla de los mismos, el número de copas que debía servirse, etc. Cf. Cicerón, Verrinas 5, 28).
Nota 2 (ebrioso): Efectivamente, tales son las lecturas de muchos códices de Catulo. En el caso de mantener cualquiera de ellas, nos hallaríamos ante una elisión, no ante un hiato).
Joan Petit, en su traducción y notas a su edición de Catulo en Planeta, escribe comentando el verso 3 de Catulo XXVII:
Era costumbre en los banquetes elegir un rey o reina, a cuyos mandatos se sometían todos los comensales. Se ignora con exactitud quién sea Postumia, pero no es imposible que se trate de la esposa de Servio Sulpicio Rufo, cónsul en el año 51, la cual se hizo famosa por sus vicios: el solo hecho de tomar parte, siendo una noble matrona, en un banquete de hombres jóvenes, ya constituía una prueba de libertinaje.
Vicent Ferrís en su edición de la Fundació Bernat Metge, por su parte, aporta estas notas
Postumia es la magistra bibendi, la que regulaba la mezcla de vino y de agua y la capacidad de las copas. Cf. Horacio, Carmina I, 4, 18
Y dice sobre el hiato homérico:
En el verso griego la vocal larga o el diptongo finales de palabra no se eliden ante vocal inicial, aunque pueden abreviarse cuando el ritmo lo pide (añado yo: es lo que se llama vocalis ante vocalem corripitur = vocal ante vocal abrevia); en latín la norma es la elisión, y la licencia el hiato. Observemos que en el verso geliano de Catulo hay dos finales con a larga (ebria acina); el primero mantiene la vocal larga en hiato, mientras que el segundo la elide por exigencia de la estructura del verso falecio. De todas formas, la lectura ebria acina pertenece exclusivamente a Gelio en este pasaje de Catulo y ha sido adoptada por diversos editores del poeta; los manuscritos de Catulo en general dan la lectura ebriose acino, corregida por algunos editores en ebriosa acina o ebrioso acino.
Sobre el verso falecio quizá sea conveniente lo que dice Federico Curtius en su ya citada Introducción en la métrica latina (35 y 68).
En el apartado 35 dice:
Los versos que no se dejan descomponer en pies o metros iguales los designamos también como kola (κῶλα, del griego κῶλον = trozo, fragmento). Tales kola se presentan solamente en la lírica (también en las partes líricas del drama).
En el 68, dedicado a los kola, habla del falecio y dice:
El falecio o en endecasílabo (Catulo 1-3, 5-7, 9, 10, 12-16, 21, 23-24, 26-28, 32, 33, 35-36, 38, 40-43, 45-50, 53-58).
El kolon tiene la forma siguiente:
–´– –´uu –´u –´u – – (donde -´ indica tono sobre esa sílaba).
Ut lex Postumiae iubet magistrae
–´ – –´ u u –´ u –´ u – –
Y con esta alabanza del gusto de Catulo por el hiato homérico concluye este capítulo de Aulo Gelio dedicado a glosar un cambio de palabra en un verso de Virgilio que unos achacan a un enfado del poeta y Gelio prefiere destacar como un cambio fonético de gusto por la eufonía y el hiato.
